domingo, 8 de marzo de 2015

Es MI Cuerpo



La violencia contra la mujer adquiere múltiples formas. Es difícil representar dicho flagelo sin caer en lugares comunes.
Este trabajo pretende abordar la forma más común de violencia experimentada por mujeres a nivel mundial: la violencia física infringida por una pareja íntima, incluyendo mujeres golpeadas, obligadas a tener relaciones sexuales o abusadas de alguna otra manera. La cuestión con la violencia de género (sobre todo con la violencia sexual) es la simbiosis que se genera con el agresor. En muchos casos se normaliza como parte de la vida conyugal.

Las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo.

La violencia sexual puede generar embarazos no deseados, abortos, problemas ginecológicos y/o reproductivos, contagio de enfermedades venéreas además de problemas psicológicos y emocionales.

Ni el matrimonio ni la pareja pretenden el dominio sobre el cuerpo del otro.

Pocos reconocen la gravedad del problema, ya que hemos naturalizado como deber conyugal el sometimiento sexual. Es importante tomar conciencia de esta problemática para poder ayudar o ser ayudado en esta situación en la que una mujer se siente tan vulnerable.
Debemos quitar los tabúes, hablar de sexo para conocer y prevenir situaciones que atenten contra los derechos individuales de las personas. Hablar de sexo para saber hasta dónde consentir, o no. Las mujeres (aun casadas o en pareja) tienen derecho a decir: NO.
El cuerpo y las formas en su expresividad más absoluta. Crudo. 













Andrea Fischer (2012)

domingo, 1 de marzo de 2015

Crisis - Autorretrato (2012)

Foto Nº1

Foto Nº10


Hay momentos donde nuestro único pilar es el oficio. 
De ello es prueba este trabajo.


Luego de una discusión, por alguna trivialidad de la vida, la pareja y el amor; la crisis, como una tormenta irrefrenable se apoderó del cuerpo y de la mente. Es imprescindible no perder la cabeza, aun en los peores momentos. 
Me aferré a contar lo que me pasaba de la manera que mejor conocía, a través de mi cámara.
Con un trípode, un modesto flash de estudio y un paraguas; comencé una serie de autorretratos.
Diez fueron las tomas, solo publico la primera y la última.
En cada destello de flash sobre la piel, podia sentir, como cuando te sumergís en el agua salada de mar, como se iban curando mis heridas.
Porque lo que no te mata, te hace mas fuerte. 
Hay que dejar morir lo que no sirve y criar vida.

No importa el qué, el cómo o el cuándo, darse cuenta siempre es el primer paso.









Andrea Fischer Fotógrafa


* Foto Nº10 fue la elegida para representar mi trabajo de Fotografía de Autor de 3er año de la Carrera de Fotógrafo Profesional de Motivarte.